Del Río tiene como nueva abogada a la exdefensora del condenado por otro parricidio

Martín Santiago Del Río designó como su nueva abogada a la penalista Mónica Chirivín, quien ya tiene experiencia en el departamento judicial San Isidro en haber defendido a uno de los dos condenados por otro doble parricidio ocurrido en 2015 en el partido bonaerense de Pilar.

“Voy a gritar su inocencia a los cuatro vientos. Podrá tener negocios turbios o una ambición desmedida, pero eso no lo convierten en un asesino. Hay muchas cosas que evaluar. Él tenía un poder general para hacer lo que quisiera con los bienes, ¿para qué los mataría?”, dijo a Télam la nueva abogada de Del Río.

La letrada ya se contactó con la defensora oficial Liliana Cucurullo, quien asistió a su cliente en la indagatoria del jueves pasado, y estuvo ayer reunida con Del Río en su lugar de detención, la sede de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro, donde el imputado le dio para que difunda una carta de puño y letra en la que afirma que es “inocente”.

Chirivín fue, durante la instrucción, la abogada de Leandro Acosta (32), quien junto a su hermanastra y también por entonces pareja, Karen Klein, terminaron condenados a prisión perpetua por el doble parricidio de sus padres Ricardo Klein (54) y Miryam Kowalczuck (52), en un juicio realizado en 2019 por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 de San Isidro.

Tras un fallo de 2021 del Tribunal de Casación que revisó esa sentencia, Acosta continúa con perpetua como autor del hecho en la Unidad 34 neuropsiquiátrica de Melchor Romero, mientras que para Klein ordenó reducir la pena al considerarla partícipe secundaria y no coautora.

El hecho fue descubierto el 13 de septiembre de 2015, cuando a raíz de una denuncia por paradero, la Policía allanó la casa familiar situada en Sarratea 2726 de la localidad de Manuel Alberti, en Pilar, y allí encontró restos humanos quemados de Klein y Kowalczuck.

Luego, en un baldío situado a ocho cuadras de la casa, se hallaron 16 bolsas con cenizas, huesos y más restos calcinados.

En el juicio se dio por probado que ambos cometieron el doble parricidio el 2 de septiembre de 2015 cuando sus hermanos mellizos, por entonces de 11 años, no estaban en la casa porque Kowalczuck los había llevado al colegio.

Según se dio por acreditado, Acosta mató a tiros a sus padres, al hombre cuando estaba en su cama y a la mujer cuando llegó de la escuela, y después incineró los cuerpos haciendo varias fogatas.

Respecto a Acosta se discutió sobre su inimputabilidad, ya que algunas pericias psicológicas y psiquiátricas decían que no comprendía la criminalidad de sus actos, e incluso una de sus abogadas –Chirivín, contó públicamente que su cliente le confesó que luego del crimen comió algunos restos humanos de su padrastro.

El caso tuvo como derivación un escándalo judicial en el que el primer fiscal de la causa, el exfiscal general adjunto de San Isidro Eduardo Marcelo Vaiani -quien estaba suspendido y en 2017 renunció a su cargo-, quedó imputado acusado de haberse apoderado de unos 8.000 dólares que se habían secuestrado en la escena del doble crimen.

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