Qué podría pasar con Máximo Thomsen y los rugbiers tras darse a conocer la historia clínica de Fernando Báez Sosa

En un giro inesperado del caso que conmocionó a la sociedad argentina, se han revelado nuevos detalles sobre el crimen de Fernando Báez Sosa. El expediente de la causa, en la que ocho rugbiers fueron condenados, ha sido remitido a la Cámara de Casación de Dolores para continuar con su trámite.

Sin embargo, en las últimas horas, se han dado a conocer los resultados de los estudios médicos realizados a Báez Sosa en el Hospital Municipal Arturo Illia, donde fue ingresado después de la brutal golpiza.

Los documentos médicos incluyen diversos registros, como análisis de sangre, un electrocardiograma y tomografías computarizadas de varias partes del cuerpo, como la cabeza, el cuello, el pecho, el abdomen y la pelvis. Estos datos indican que el adolescente habría fallecido en el hospital, lo cual contradice la afirmación previa de que “no tenía signos vitales” cuando fue atendido en la vereda.

Carolina Giribaldi Larrosa, una emergentóloga que formó parte del personal del hospital Illia y declaró durante el juicio, testificó que Báez Sosa “carecía de movimiento respiratorio y pulso”. Durante el traslado al hospital, se llevaron a cabo maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) y se administró oxígeno debido a que “no presentaba signos vitales”.

Es decir, si el joven de 18 años llegó con signos vitales al hospital, la defensa comandada por Hugo Tomei tal vez podría apelar y alegar que Báez Sosa no murió por los golpes de los rugbiers, sino por no recibir una atención médica indicada

El abogado de la familia de Fernando Báez Sosa, Fernando Burlando, se refirió a los informes médicos y señaló que estos no modifican la perspectiva futura de la Justicia. Según sus declaraciones, afirmó:

“Son situaciones que ya se conocían, de hecho el Tribunal Oral de Dolores no hizo lugar a un pedido de quien les habla, de incorporar el testimonio de la doctora Romero y las historias clínicas”. Además, enfatizó que “lo que quedó claro durante el proceso y el juicio es que pierde la vida a las 6.05″.

A su vez, explicó que cuando la doctora Romero llegó al lugar del incidente, constató que Báez Sosa no tenía signos vitales, lo cual concuerda con la información proporcionada por un desfibrilador que indicaba la ausencia de pulso. Posteriormente, el joven fue trasladado rápidamente en ambulancia mientras se continuaban las maniobras de resucitación. Al llegar al hospital de Villa Gesell, fue atendido en una sala por la doctora Romero.

Estos nuevos detalles médicos podrían generar interrogantes y debates adicionales en el caso del crimen de Fernando Báez Sosa. Mientras tanto, la Cámara de Casación de Dolores deberá examinar el expediente para decidir cómo proceder en esta etapa del proceso judicial. La sociedad argentina seguirá atenta a los avances de este caso que ha generado gran repercusión y ha llevado a reflexionar sobre la violencia en el deporte y la importancia de la justicia.

La noticia sobre la aparición de la historia clínica de Fernando Báez Sosa el día que fue asesinado dejó con muchas preguntas a los televidentes y algunos se preguntaron si podía cambiar el rumbo de las penas para los rugbiers. En relación con esto, revelaron cuál fue la reacción de los padres de los homicidas cuando se enteraron.

Según el informe realizado por el Hospital Municipal Arturo Illia que atendió a la víctima tras la golpiza de los rugbiers en las afueras del boliche Le Brique, registró que el chico había llegado “en estado insconsciente” a las 5.15 de la madrugada. Minutos antes, había pasado por un “paro cardíaco” y se le habría practicado reanimación cardiopulmonar y de desfibrilación.

En esas circunstancias mencionaron que no hubo respuesta y la muerte fue establecida a las 6 horas. Ahora bien, la pregunta rondó sobre si este reporte se usó en el juicio de Dolores y descubrieron que se había digitalizado en la primera audiencia pero había sido tendido en cuenta, por lo que contó Télam.

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