La agente de la Ciudad, con rango de comisaria, repelió el accionar de los dos delincuentes que dispararon al ver que ella tenía un arma. El menor se salvó de milagro.

Una comisaria de la Policía de la Ciudad evitó, a los tiros, un asalto motochorro cuando se encontraba con su familia en la puerta de su casa en la localidad de Isidro Casanova.
La mujer de 45 años estaba al costado de su vehículo con su hijo a punto de ir al colegio cuando en un momento determinado aparecieron dos delincuentes en dos motos.
La agente, quien se desempeña en el departamento de coordinación operativa de alarma de la superintendencia de operaciones de la fuerza porteña, vio llegar a ambos sujetos y se puso en alerta.

Cuando los ladrones intentaron bajarse para robarle el automóvil, la oficial se parapetó atrás de su auto, un Peugeot 208 blanco. Tras ello, comenzó a disparar con su pistola reglamentaria al ver que los ladrones estaban armados.
Los asaltantes no pudieron descender y mientras escapaban dispararon también, por lo que uno de los balazos pegó contra el costado izquierdo de la luneta trasera y habría salido por adelante, muy cerca de donde estaba la comisaria y su hijo, quien se tomó la oreja por el zumbido del proyectil.
Los motochorros escaparon y se desconoce si alguno de los dos resultó herido, mientras que ella y su hijo resultaron sanos y salvos.
