📍 Axel Kicillof logró este domingo una victoria clave en la provincia de Buenos Aires que no solo reafirma su poder territorial, sino que lo proyecta como una de las principales figuras del peronismo de cara a las elecciones presidenciales de 2027.
La estrategia de desdoblar el calendario electoral, una jugada arriesgada que generó tensiones internas —sobre todo con sectores de La Cámpora—, terminó siendo un acierto: el peronismo bonaerense se impuso con claridad sobre La Libertad Avanza y el PRO, marcando un punto de inflexión en el mapa político nacional.
Militancia, disputa interna y proyección nacional
Durante los festejos en La Plata, los cánticos militantes dejaron un mensaje claro: “Es para Axel la conducción”. La consigna resonó fuerte, en alusión directa a las tensiones internas dentro del Frente de Todos, y particularmente al debate por el liderazgo con el espacio de La Cámpora.
En su discurso, Kicillof recogió ese respaldo popular y señaló: “Este es el comienzo de un camino que empieza a recorrerse”. Además, anticipó su intención de dialogar con gobernadores de otras provincias, en lo que muchos interpretan como el primer paso hacia un armado federal con proyección presidencial.
Rumbo al 2027
Con este triunfo, Kicillof no solo reafirma su control sobre la provincia más importante del país, sino que también emerge como un posible candidato presidencial para 2027, en un peronismo que busca reorganizarse tras años de desgaste y fracturas internas.
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