El senador argentino Edgardo Kueider fue imputado en Paraguay por los presuntos delitos de lavado de activos y contrabando.

El equipo, liderado inicialmente por el fiscal de Contrabando Edgar Benítez, ahora incluye a Alcides Giménez Zorrilla y Gabriel Segovia Villasanti, quienes trabajan en esclarecer el origen del dinero. Según el abogado defensor, César Nider Centurión, los fondos pertenecen a una empresa para la cual trabaja Iara Guinsel Costa, secretaria del senador, también detenida.
El abogado explicó que el dinero era para la adquisición de mercaderías en Ciudad del Este y que Guinsel Costa decidió llevarlo consigo por razones de seguridad al cruzar a Foz de Iguazú para cenar. Sin embargo, la Justicia paraguaya sigue investigando posibles irregularidades en el manejo de los fondos y el vehículo decomisado.
En medio del escándalo, Kueider comunicó que pedirá licencia a su cargo de senador para facilitar la investigación. El bloque Las Provincias Unidas expresó su apoyo a que todos los funcionarios públicos se sometan a la Justicia, mientras desde otros sectores políticos piden su expulsión por “inhabilidad moral sobreviniente”.
La expresidenta Cristina Kirchner y otros referentes oficialistas marcaron distancia del caso, acusando a Kueider de actuar de forma individual. Por su parte, el presidente Javier Milei calificó el hecho como un problema del kirchnerismo, desvinculando a su gobierno del escándalo.
Este caso no solo pone en el centro de atención a Kueider, sino que también genera tensiones políticas en Argentina, mientras la Justicia paraguaya avanza en la investigación para determinar responsabilidades.
